Nos asaltó la noticia en pleno mes de agosto de este tórrido verano. “Toro Verde”, empresa de parques de aventura en la naturaleza con sede en Puerto Rico se había fijado en Cuenca para un nuevo proyecto, caracterizado por la marca de la empresa, que es una gran tirolina de récord Guinness.
Como si lo anterior no fuera suficiente para despertarnos del sopor veraniego, otra empresa, “Nayara Resorts”, con sede en Costa Rica, completaba el proyecto de parque de turismo activo con un hotel de alto nivel con tipología “extendida” en base a bungalows.
La primera reacción de la opinión pública ha sido, por pura lógica, de incredulidad. Hemos perdido en Cuenca la cuenta de los proyectos, grandes y pequeños, que finalmente se quedaron en el camino, y con ellos el empleo y la prosperidad que prometían.
Al momento de escribir este artículo se han conocido detalles de esta inversión a través de los máximos responsables de ambas empresas en una reciente visita a Cuenca.
Sabemos que el Ayuntamiento de Cuenca está dispuesto a ceder las mil hectáreas en la Sierra de Bascuñana en que está prevista la construcción del parque ecológico. Pero la opinión pública no sale de su incredulidad inicial, enganchada en un pesimismo descreído, ya genético en Cuenca, y exige, con razón, una prueba irrefutable.
Un parque temático y hotel de nivel internacional con precios de alto standing. ¿Quién va a pagar esos dineros por venir a Cuenca?, se preguntan también muchos conquenses.
Tan es así el descreimiento y la desconfianza que, cuando le preguntan al máximo responsable de Toro Verde, ¿Por qué Cuenca? Jorge Jorge explica que, cuando comenzaron a indagar sobre Cuenca, lo primero que le decían es que “en Cuenca no hay nada, nunca pasa nada”. Sin embargo, cuando insistía en conocer qué interesa de esta tierra, al final le decían “Cuenca es vida, Cuenca es verde, es naturaleza y deporte”. El CEO de Toro Verde cree que eso está en el ADN de los conquenses y eso les ha animado a tomar la decisión de venir a Cuenca. (“Enciende Cuenca” 250822).
El proyecto, sobre el papel, es un proyecto diez. Si nos creemos que la provincia de Cuenca atesora un patrimonio natural de primer orden, en privilegiada ubicación entre Madrid y Valencia, la pregunta sería porqué esto no ha ocurrido antes. Así lo entiende el responsable de Toro Verde cuando afirma que “entre Madrid y otras ciudades grandes como Valencia, (Cuenca) tiene un ‘pool’ de 18 a 20 millones de personas, así que esperamos, con el tiempo, poder recibir aquí en torno al millón de visitas”.
Se ha dicho que esta inversión puede crear 500 puestos de trabajo. Cierto que parecen muchos, incluso en el mas favorable de los escenarios, pero es innegable la capacidad dinamizadora de este tipo de inversiones. Y es así que, en un estudio realizado por la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de El Salvador, sobre sostenibilidad de los parques temáticos de aventura, se estima en tres el número de puestos indirectos inducidos por cada puesto directo creado.
Adecuadamente planificado, el turismo en la naturaleza es una forma de actividad económica sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Un parque ecológico con capacidad de captar clientes de alto poder adquisitivo es sin duda el elemento dinamizador que las empresas conquenses del sector necesitan para levantar definitivamente el vuelo. Y quede aquí el reconocimiento a su trabajo, que multiplica su valor en el entorno actual tan poco favorable.
Queda por tanto un camino de verosimilitud y afianzamiento de la inversión, que solo se puede transitar con la máxima transparencia en el conocimiento de los detalles del proyecto y de su transcurrir en trámites y plazos. Y en esta línea, convendría que determinadas gestiones lo sean bajo los auspicios de las instituciones del estado que correspondan, no en vano el gobierno de la nación financia en Cuenca un Plan de Sostenibilidad Turística.
A diferencia de ciudades que ya cuentan con un tejido empresarial robusto, económicamente desarrolladas podemos decir, en Cuenca las iniciativas empresariales son cuestión de vital importancia, porque esta ciudad y su provincia se están muriendo de despoblación.
Son estas “cuestiones de estado” para Cuenca, y es por ello que todos los partidos con representación en el consistorio conquense tienen el derecho y el deber de conocer a fondo este proyecto de inversión, y apoyarlo sin reservas si de ese conocimiento se deriva su verosimilitud y utilidad para la ciudad y su provincia.
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