Opinión

El PSOE se ha quedado solo

Tren

El Partido que gobierna en las cuatro administraciones que tienen competencias sobre la provincia de Cuenca, se ha quedado solo en los planos políticos, sindical y ciudadano en su ataque nauseabundo al tren convencional en nuestra provincia. Salvo por el apoyo seguramente torticero e interesado de los, al parecer, originarios ideadores del malhadado PlaN XCONTRA CUENCA la cúpula de la ínclita CEOE.

Ahora coinciden todos los palmeros oficiales en el mantra de que “no hay que mirar al pasado, sino al futuro” que, según ellos, representa el susodicho Plan XCONTRA CUENCA, vuyos primeros resultados ya estamos viendo, y seguiremos viendo más adelante, que no contribuyen ni contribuirán a mejorar la movilidad en la provincia, ni a reducir los tiempos de viajes, sino todo lo contrario, ni a reducir el tránsito por las carreteras, ni la contaminación por combustibles fósiles ni la huella de carbono, ni el calentamiento global, ni el cambio climático.

Mirar al pasado es destruir una infraestructura centenaria que vertebraba la provincia de Cuenca y que, con un mantenimiento y mejoras adecuadas a lo largo de los últimos 50 años, hoy sería un tren competitivo con tiempos ajustados al siglo XXI y que podría dar servicios tanto para pasajeros como para mercancías habida cuenta de que, en este aspecto, la línea por Cuenca acorta la distancia entre el puerto de Valencia y Madrid en unos 100 km. Pero nada de eso se ha hecho. Todos los gobiernos desde 1980 con Suárez y la UCD, con González, Zapatero y el PSOE y con Aznar y Rajoy y el PP han aprobado partidas para la mejora y adaptación de la línea que NUNCA se ha ejecutado. Eso ha ido convirtiendo paulatinamente esta línea en obsoleta al reducir las frecuencias y servicios, aumentar los tiempos de viaje, obligar a los viajeros a efectuar transbordos absurdos (como por ejemplo el de Aranjuez para llegar a Madrid),. Es decir, se han dedicado sistemáticamente a expulsar a los potenciales viajeros para finalmente justificar su cierre por falta de usuarios. Pero ha sido al Gobierno de Sánchez, con Page en Fuensalida, Chana en la Diputación y Dolz en el Ayuntamiento de Cuenca el que ha abordado y ejecutado el cierre de la línea sin ningún escrúpulo y a cara descubierta. Es decir, la “maravillosa conjunción” de 4 administraciones del mismo signo político dirigiendo los destinos de Cuenca, solo ha servido para arrebatarnos algo que teníamos desde hace más de un siglo, que iba en la línea de las directrices europeas en cuanto a movilidad, sostenibilidad y descarbonización y que dispone de 20.000 millones de euros de fondos europeos para su mantenimiento y mejora de los cuales, por obra y gracia del gobierno de España, Cuenca no verá un céntimo de euro.

Tampoco Cuenca podrá disfrutar da la gratuidad o reducción del 50% en los transportes ferroviarios de cercanías y media distancia, tal como anunció el presidente del Gobierno, por la sencilla razón de que nos han arrebatado la posibilidad de tener un tren al que se le puedan aplicar. Como siempre los conquenses somos ciudadanos de tercera para los Gobiernos Central y autonómico. Nos lo sustituyen por autobuses y transporte “a demanda” que ya veremos en qué se concreta, pero que ya adelanto desde aquí que darán un servicio mucho peor que el desaparecido tren para una población envejecida y dispersa que se maneja muy mal con las nuevas tecnologías. Un servicio por autobuses que no dispone de baños, en el que no se pueden llevar animales ni bicicletas, et., etc.

Ningún otro partido político ni sindicato ha apoyado esta enésima tropelía contra Cuenca. Ni siquiera sus socios de UP en el Gobierno Central, aunque tampoco ningún ministro de esa coalición ha abierto la boca en su defensa. No así sus representantes conquenses con algún apoyo puntual de algún diputado nacional que sí lo han hecho, cosa que les honra. Vergonzosa también ha sido la postura de ese grupo que, con 6 concejales en al Ayuntamiento de Cuenca, tantas expectativas optimistas despertó y que se ha ido diluyendo como un azucarillo a la sombra y bajo la férula del grupo mayoritario y que, por tanto, no ha conseguido nada positivo para el presente y el futuro de Cuenca, especialmente en lo que se refiere a infraestructuras. Ahí tenemos las autovías a Albacete y a Teruel que, a menos de un año del fin de la legislatura, siguen durmiendo el sueño de los justos. Qué decir del cierre de la autovía a Toledo en Tarancón o de la llegada a la capital regional. TODO PARALIZADO.

Pero la puntilla la ha representado el cerrojazo de la línea a Aranjuez (pues a Utiel/Valencia ya estaba cerrada desde la tormenta Filomena hace más de un año (sustituida también por incómodos y lentos autobuses que siempre llegan con retraso). Los grupos municipales no han sido capaces de ponerse de acuerdo ni para efectuar un referéndum consultivo en la capital, ni para abrir un debate público en la ciudadanía al respecto. Por supuesto tampoco los Gobiernos Central y Autonómico han tenido la menor intención de abrir el debate y la consulta ciudadana a los ayuntamientos y poblaciones afectadas. Todo ha sido un ORDENO, MANDO y EJECUTO, tal y como se hace en la peor de las dictaduras. Luego nos hablarán de TRANSPARENCIA, DEMOCRACIA, PARTICIPACIÓN, LUCHA CONTRA LA DESPOBLACIÓN, ATENCIÓN HACIA LA ESPAÑA VACIADA. Bella y demagógicas palabras que, en esta ocasión, se las ha llevado el viento.

Nos quieren contraponer la alta velocidad, que afortunadamente todavía, tiene una sola parada en la provincia a 7 km de la capital y en las inmediaciones de un vertedero maloliente, al servicio que daba el tren convencional a 20 localidades provinciales y sus respectivas áreas de influencia. Siempre hemos considerado ambas líneas como compatibles y complementarias ya que se dirigen a potenciales usuarios muy diferentes además de necesarias para Cuenca capital y su provincia. Además, la línea de alta velocidad no admite mercancías por lo que se está cercenando la posibilidad de un futuro industrial para la provincia de Cuenca. Cosa que ya disfruta Albacete y que se verá ampliamente incrementada con la construcción de un puerto seco que creará más de 500 puestos de trabajo (¡Nuevamente chocamos con los intereses de nuestra provincia vecina del sur!). la existencia de la vía convencional en absoluto perjudicaba ni impedía ninguna de las actuaciones urbanísticas del denominado Plan XCuenca (más bien CONTRACuenca) ya que la RENFE ocupa una gran cantidad de terreno inutilizado hasta ahora y que puede ser reciclado para otros fines sin necesidad de eliminar las vías. La necesidad de trenes AVANT madrugadores de alta velocidad que conecten Albacete y Cuenca con Madrid y Toledo no se contrapone, en absoluto, al tren convencional ya que este no está pensado para personas que quieran vivir en Cuenca y trabajar en Madrid desplazándose todos los días al puesto de trabajo.

Toda la argumentación es de una demagogia y un sinsentido que clama al cielo, al querer contraponer como incompatibles cosas que no lo son en absoluto. Hasta en el Parlamento europeo se ha apostado por mantener la petición de que se estudie la viabilidad de la línea y se inste al Gobierno español a invertir aunque sea un mínima parte de los fondos europeos que van a llegar a tal fin, Con tan solo invertir un 0,75% de dichos fondos sería suficiente para arreglar toda la línea. Además, se desprecian posibilidades de futuro para líneas sin electrificar como es la que nos ocupa, como son los futuros y esperanzadores trenes de hidrógeno no contaminantes, de los cuales Cuenca podría suponer un más que interesante prueba piloto.