Opinión

El Día de Europa: más trenes y menos aviones

En toda la Unión Europea el 9 de mayo se celebra el Día de Europa. Esta fecha conmemora la Declaración Schuman de 9 de mayo de 1950, considerada como el acto fundacional de la integración europea.  

El ministro francés afirmaba: “La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan. La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas.” Estas palabras de Shuman no han perdido vigencia, porque en nuestra sociedad del riesgo global, los peligros siguen amenazando a Europa. 

No obstante, en muchos países de Europa se celebrará este día, con actos conmemorativos. Jóvenes artistas de todo el continente actuarán, con el objetivo de dar vida al lema de la Unión Europea: “Unidos en la diversidad”. También tendrán lugar, en ciudades y pueblos, conferencias y debates sobre la Unión Europea y, eventualmente, la guerra de Ucrania. 

Sin embargo, lo que realmente estaba previsto en la agenda de este año, era que el debate se centrara en la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE). Un foro creado hace un año para repensar la Unión Europea (UE), a partir de las ideas aportadas por la ciudadanía europea, elegida al azar. El foro sobre el futuro aprobó el 7 de mayo, 49 propuestas finales, que para la ciudadanía de Castilla-La Mancha son de gran interés.  

Las propuestas se entregan el Día de Europa, a las tres máximas autoridades comunitarias: la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, la del Parlamento, Roberta Metsola, y el presidente francés, Emmanuel Macron, que ostenta el liderazgo rotatorio del Consejo. 

Son muy variadas las propuestas que hace la ciudadanía, después de un año de deliberación. En materia de salud, que las competencias en sanidad dejen de ser una competencia exclusiva de los Estados y pasen a ser compartidas con Bruselas.  

Otra, de carácter político: la eliminación del acuerdo por unanimidad como requisito, para que los gobiernos nacionales tomen decisiones en el Consejo, a fin de evitar los bloqueos políticos. 

De carácter financiero se plantea que se armonicen los impuestos, entre los países de la Unión, y que se establezca un impuesto de sociedades mínimo, a fin de evitar la evasión fiscal entre Estados miembros y garantizar que las empresas tributan por sus beneficios allí donde los generan.  

Y en materia de sostenibilidad, la Conferencia sobre el Futuro de Europa reclama más trenes y menos aviones. La Unión apoya el transporte por ferrocarril porque es más ecológico, seguro, sostenible y emite menos dióxido de carbono que el viaje por carretera o aéreo.  

Los informes de la Unión no se cansan de señalar, que el transporte ferrocarril de la UE, representa solo el 0,4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre el 25 % del total de las emisiones de la UE. Aumentar la proporción de mercancías y pasajeros que viajan por ese medio de transporte puede contribuir a los objetivos del Pacto Verde Europeo y a la Estrategia de movilidad Inteligente y Sostenible.  

Confiemos que nuestros servidores públicos, instalados en el Ministerio de transportes movilidad y agenda urbana, el ADIF y la Junta de Castilla-La Mancha, que gestionan cuantiosos fondos europeos, adquieran conciencia de la importancia de la justicia y la solidaridad (características del modelo social europeo) y no procedan, alegando que “carece de rentabilidad económica y social”, al cierre del tramo Tarancón-Utiel, de la línea ferroviaria Madrid-Cuenca-Valencia.  Porque como bien decía la Declaración Schuman: “… Europa… se hará gracias a realizaciones concretas, creando en primer lugar una solidaridad de hecho”.