La Asamblea anual de Asaja Cuenca sirvió, además de para aprobar las cuentas anuales y otros trámites, para que la asociación se reivindicara ante los críticos que en las movilizaciones del campo han defendido la ruptura con las organizaciones agrarias tradicionales.
“Hoy no tenemos gambas en el menú”, recordó en reiteradas ocasiones con sorna el presidente de Asaja, José María Fresneda, haciendo referencia al tradicional insulto de “comegambas” que suelen usar aquellos que atacan a los sindicatos. El dirigente agrario ha lamentado públicamente las “presiones que han recibido” afiliados y trabajadores de Asaja en estos meses de movilizaciones del campo y ha mencionado durante su discurso algunas de las luchas en las que ha estado Asaja desde su fundación.
En muchas de ellas estuvo, Gerardo González, uno de los galardonados en esta asamblea de Asaja. Apenas aguantaba emoción al recordar cómo hace 42 años se hizo socio de Asaja en la discoteca de su pueblo, Villalba del Rey. El carné se lo preparó el propio Fresneda y fue antes de que esta organización liderara la mayor manifestación contra la sequía que se ha visto en la provincia, como le ha recordado el presidente.
“La voz del campo la tiene el agricultor y a algún ministro le hemos explicado la diferencia entre las pipas negras y las pipas blancas”, ha señalado el homenajeado, que distingue entre dos etapas. La primera fue hasta el año 2000 “el camino fue bonito, era más fácil hablar con el político de turno”, aunque hubo reivindicaciones que incluyeron encierros durante días en la Diputación de Cuenca, encadenarse en el Ministerio de Agricultura y viajar con 20.000 agricultores a Bruselas. Aquello fue en el 2000, cuando comenzó una nueva etapa “y lo que ha ido viniendo cada año no hay donde cogerlo”.
A pesar de todo, González, que también se ha emocionado al acordarse de dos compañeros, José Luis Murciano y Tino Contreras, ha recordado que entidades como Asaja han ayudado a los agricultores a lidiar con esta políticia europea.
Una de las más recientes luchas de Asaja tuvo que ver con la negociación de la Ley de Economía Familiar de Castilla-La Mancha. En ella jugó un papel importante el abogado Jesús Saiz, homenajeado a título póstumo en esta asamblea de Asaja que la ha reconocido por lograr un dictamen jurídico que garantizara que no iba a haber expropiaciones en esta normativa. Su mujer ha recogido el reconocimiento y ha dado las gracias a todas las personas que están mostrando cariño a su marido fallecido.
Emocionante ha sido también la entrega del galardón a Antonio Talavera, fundador de CODESA, que comenzó con una tienda de ultramarinos en Iniesta y acabó convirtiéndose en punta de lanza de la exportación de cebada en este país. Talavera a compartido este reconocimiento con su familia y con sus agricultores “que son una comunidad unida por los valores y por la tierra”.
Los galardonados más jóvenes de la asamblea han sido Sergio Canales, que trabaja el mimbre y otros cultivos en Villaconejos de Trabaque y ahora está pensando en diversificar con una granja porcina que pelea por conseguir unos permisos que ha aprovechado para solicitar públicamente; y Ana Soler, la impulsora del proyecto Vidartis que aúna pintura y vino y que un día tuvo la clarividencia de que el pigmento del mosto podía servir para crear arte.
El catedrático de la UCLM Juan Sebastián Castillo, que recibió el reconocimiento a la investigación y el periodista Pablo Rodríguez Pinilla, presentador del programa Onda Agraria de Onda Cero, completaron el elenco de reconocimientos de esta asamblea a la que acudieron unas 350 personas y que terminó con una comida en la que, finalmente, a pesar de los desmentidos, hubo gambas en forma de piruleta.
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