Cientos de conquenses han participado en una manifestación del 8M que ha tenido en Cuenca un marcado espíritu internacionalista, con un especial apoyo al pueblo palestino, pero con espacio también para acordarse de otros conflictos, como el de Sudán; guerras en distintos continentes que tienen en común que las mujeres se enfrentan a amenazas que van más allá de la bomba que cae y la bala que dispara.
La manifestación ha comenzado en la Plaza de Toros con frio y una llovizna que finalmente ha concedido una tregua para que las feministas conquenses pudieran llenar las calles con sus mensajes contra el patriarcado y las desigualdades. Muchos asistentes portaban banderas de Palestina como muestra de respaldo a las víctimas de los ataques de Israel. Muy presentes también las mujeres gitanas de Cuenca, habituales desde hace años en esta manifestación feminista.
El número de participantes se ha ido incrementado a medida que la manifestación avanzaba hacia Carretería. Durante el camino ha habido performance y música por Palestina y una joven de Sudán ha leído un crudo testimonio sobre la situación de las mujeres en este país en guerra.
“Nuestras madres adornan nuestras manos con el tono carmesí de la henna, en un intento desesperanzador de engañar a nuestros violadores haciéndoles creer que estamos casadas”, ha relatado esta joven que ha afirmado que las sudanesas encuentran fuerza “en la solidaridad de las compañeras de el Congo, Gaza, Sahara Occidental, Yemen, Siria y Libia, unidas por las experiencias compartidas”. Esta chica ha confesado que “las mujeres sudanesas odiamos el ocho de marzo y el ruido de las falsas celebraciones y la pretensión del capitalismo capitalista de empoderar a las mujeres” y ha proclamado su rechazo a la guerra.
En esta movilización se han leído diferentes manifiestos que han reivindicado diferentes causas como el fin de las agresiones machistas y de desigualdades como la brecha salarial, los derechos de las mujeres gitanas, el apoyo a las mujeres y niños de Palestina, el agroecologismo…
Entre estas demandas se ha pedido al Ayuntamiento de Cuenca que elabore un protocolo de actuación para que los establecimientos hosteleros sepan cómo deben actuar en casos de abusos sexuales.
El Se acabó de la cantante María Jiménez se ha convertido en himno y leitmotiv de esta manifestación y con esa canción ha culminado el 8M conquense más internacionalista.
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