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La UCLM participa en un estudio sobre los posibles síntomas neurológicos del SARS-CoV-2

Los investigadores han hallado evidencias de que el coronavirus SARS-CoV-2 puede infectar tanto a las neuronas, las células que reciben y procesan la información en nuestro cerebro, como a los astrocitos, las células del cerebro y la médula espinal que apoyan y protegen las neuronas. 

“Nuestros hallazgos sugieren que los astrocitos son una vía a través de la cual la COVID-19 causa daño neurológico”, afirma el investigador Ricardo Costa, becario postdoctoral en la Universidad Estatal de Luisiana (LSU) Health Shreveport y primer autor del estudio. “Esto podría explicar muchos de los síntomas neurológicos que vemos en los pacientes con COVID-19, que incluyen pérdida del sentido del olfato y del gusto, desorientación, psicosis y accidente cerebrovascular”.

Costa ha presentado la investigación en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Fisiología, que concluye este viernes.  El estudio está dirigido por Diana Cruz-Topete, profesora asistente de biología molecular y celular en LSU Health Shreveport, e incluye a los colaboradores Oscar Gomez-Torres y Emma Burgos-Ramos, profesores e investigadores de la UCLM.  

La premisa de partida de la investigación es que en el sistema respiratorio el SARS-CoV-2 infecta las células de una persona al adherirse a proteínas en la superficie celular llamadas receptores de la enzima convertidora de angiotensina-2 (ACE2), sin que estuviera claro que las células cerebrales tuvieran ese receptor.

Para el estudio, Costa y sus colegas examinaron el ARN y las proteínas para determinar si los cultivos celulares de astrocitos y neuronas humanos expresaban ACE2. Tras exponer las células a una versión del virus SARS-CoV-2 que había sido modificada para garantizar la seguridad de los investigadores, confirmaron que tanto los astrocitos como las neuronas expresan el receptor ACE2 y que ambos tipos de células pueden infectarse con el SARS-CoV-2, aunque los astrocitos expresan ACE2 en menor medida.

Los astrocitos, que forman parte de la barrera hematoencefálica, son la puerta de entrada principal al cerebro, responsables de transportar nutrientes desde el torrente sanguíneo a las neuronas mientras mantienen alejadas las partículas dañinas. Al resistir la infección, los astrocitos podrían ayudar a mantener el SARS-CoV-2 fuera del cerebro, pero una vez infectados, podrían transmitir fácilmente el virus a muchas neuronas, según los investigadores.

“Si bien los astrocitos muestran una mayor resistencia a esta infección , las neuronas parecen ser más susceptibles”, afirma Costa. “Esto sugiere que solo unos pocos astrocitos infectados podrían ser suficientes para que la infección se propague rápidamente a las neuronas y se multiplique rápidamente. Estas observaciones podrían explicar por qué, si bien algunos pacientes no tienen ningún síntoma neurológico, otros parecen tener síntomas graves”.









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