Participativa Procesión del Corpus Christi en Cuenca en el regreso de esta celebración después de dos años de ausencia por la pandemia. La comunidad nazarena de la ciudad y los niños y niñas que han hecho la comunión formaron parte de la comitiva que acompañó a la custodia en una jornada en la que el calor también tuvo su cuota de protagonismo.
El desfile comenzó desde la Catedral de Cuenca, después de la misa oficiada por el obispo, José María Yanguas. La Banda de la Junta de Cofradías se encargó de encabezar una procesión en la que estaban representados los principales colectivos religiosos de la ciudad y a la que se sumaron también miembros de la Corporación Municipal y representantes de los cuerpos de Seguridad del Estado. El cortejo lo cerraba la Banda de Música de Cuenca.
Durante el recorrido, la comitiva hizo parada en los seis altares ubicados en distintos puntos de la ciudad. Las hermandades del Bautismo, Jesús Resucitado, San Juan Apóstol, el Santísimo Cristo de la Luz, Las Angustias y la Vera Cruz instalaron los vistosos monumentos con los que saludaron a la Custodia.
Cantos y oraciones acompañaron a los banceros en algunos momentos de la procesión, que transcurrió por calles con numeroso público en las aceras, sobre todo en los puntos donde se encontraban los altares. Las campanas de las iglesias repicaron con entusiasmo al paso del cortejo procesional en el que destacó la participación infantil. Los pequeños conquenses, ataviados con sus trajes de comunión, desfilaron con la misma solemnidad de los mayores y se protegieron del calor con los tragos de agua que les ofrecían las monjas que les acompañaban.
El desfile, que terminó en la iglesia de San Esteban, discurrió a buen ritmo y tras su finalización los conquenses han podido acercarse a ese templo para saludar al Santísimo.
