Cultura

Tesoro Botánico de Covarrubias: Acebo

Acebo

*Árbol conocido, aunque no siempre crecido sino pequeño. Está siempre verde. Está cubierto con dos cortezas, la de fuera verde  y la de dentro amarilla. Su madera es blanca dura y tan pesada que echada en el agua se va a lo hondo, sus hojas son algo semejantes a las del laurel y armadas con muy agudas púas, la corteza verde suya es muy viscosa y de ella se hace liga para tomar pájaros. El nombre acebo es arábigo pero de raíz hebrea zebuz significa mosca porque con la liga del acebo debían matar las moscas como en muchas partes lo hacen con la miel, por ventura mezclando lo uno con lo otro, pues con la misma liga apresan las hormigas untando los troncos de los árboles con ella, quedándose allí pegadas y puede haberse  dicho más cierto del verbo arábigo zebege que significa estar áspero, indómito, intratable, porque estando todas sus hojas rodeadas y orladas con espinas, no se deja tocar, o sea por el sabor de ellas o de su fruto, que es áspero y acedo.(Sebastián de Covarrubias)

*El acebo (Ilex aquifolium) es un arbusto o como mucho un pequeño árbol de la familia de las Aquifoliáceas. Puede llegar a medir unos veinte metros de altura y vivir siglos. Forma parte de la tradición decorativa navideña tras sustituir al muérdago, en la tradición occidental católica. El acebo era ya conocido por Aristóteles. Le llamaba “paliuro” en sus textos. ​ La medicina natural tradicional ha empleado el acebo desde muy antiguo. Sus propiedades derivan de la presencia en sus hojas de ilicina (ilixantina), ácido cafetánico, dextrosa, goma, cera y otras sustancias en menor cantidad. La infusión de las hojas cocidas se usaba como diurético y como laxante. Los frutos son purgantes y, en mayores dosis, un vomitivo enérgico (de uso muy peligroso para niños). Asimismo, la maceración en vino, de las hojas cortadas en pedacitos, servía como tonificante. (Wikipedia)​

©Juan Clemente Gómez