Cultura

Muros que hablan en la Casa del Corregidor

En la Casa del Corregidor de Cuenca las paredes hablan, a pesar del paso del tiempo y del grosor de los muros de un inmueble con una superficie construida de 3.000 metros cuadrados. Lo hacen a través de grafitis de presos y niños que se han ido superponiendo unos a otros, grilletes anclados en celdas rocosas que rezuman humedad y letrinas suspendidas sobre profundas simas. Tienen mucho que contar también los documentos hallados en un lugar que en sus distintas metamorfosis ha sido vivienda de gobernantes, prisión, juzgado y escuela. Sin embargo, todo lo que cuenta la Casa del Corregidor es poco si se compara con las historias que se guarda para siempre y que solo son alcanzables a través de la imaginación del visitante.

La obra en la Casa del Corregidor ha tardado doce años en completarse y una de las causas es que este edificio del siglo XVI, que no había sido estudiado con detenimiento, iba contando sobre la marcha su relato a los arqueólogos y arquitectos que han trabajado en la rehabilitación. La obra ha sacado a la luz numerosas estancias que habían sido tapiadas y el arquitecto Enrique Martínez comenta, en el documental sobre la rehabilitación del edificio, cómo han tenido que ir amoldándose a los hallazgos. Este audiovisual y las explicaciones del propio Martínez, de los técnicos del Consorcio y de los arqueólogos Santiago Domínguez y Michel Muñoz han servido de guía de los primeros visitantes del remodelado inmueble, las autoridades y periodistas que han asistido a un acto inaugural que culminó con un vino de honor en la estancia que un día fue carnicería real.

La Casa del Corregidor dispone de 1.900 metros útiles. En los pisos superiores, que desde hace unos meses albergan las dependencias del Consorcio Ciudad de Cuenca, estuvo la vivienda del delegado del rey en la ciudad de Cuenca, mientras que en las inferiores se situaba la prisión. La obra ha servido para recuperar cientos de metros cuadrados que habían sido tapiados tanto en el siglo XVIII como en los trabajos que se hicieron en la década de 1980 y 1990, cuando se instalaron las las escuelas-taller.

ESTE ES UN FRAGMENTO DE UN ARTÍCULO PUBLICADO EN EL PATREON DE JESÚS HUERTA, PERIODISTA DE ESTA CASA, Y ESTÁ DISPONIBLE SOLO PARA SUSCRIPTORES. PINCHA AQUÍ PARA SUSCRIBIRTE Y ACCEDER A ESTE ARTÍCULO Y OTROS CONTENIDOS EXCLUSIVOS. Más información sobre la suscripción en este enlace.