Opinión

El Turismo es una gran herramienta para revitalizar los pequeños pueblos de Castilla-La Mancha

Mi clamor de hoy en el Día Mundial del Turismo va dirigido al Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha y no puede ser de otra forma que para defender a los pequeños pueblos de nuestra región que necesitan el apoyo de la Administración Regional en esta materia.

Hace ya tiempo, incluso mucho antes de que se pusiera de moda la palabra sostenibilidad, he creído que el Turismo Sostenible era una de las herramientas que con una estrategia adecuada comarcal podría servir para revitalizar nuestros pueblos, los más pequeños, esos que se nos están yendo de las manos y que están en las zonas más despobladas. Los que aún conservan el encanto de una vida sencilla sin adornos, una arquitectura popular de pizarra, de barro o de paredes encaladas, de escudos históricos, de fortalezas que a duras penas se sostienen en pie, de iglesias preservadas por la buena voluntad de sus gentes, de un entorno natural y privilegiado que invita a respirar y a caminar por sus senderos. Esos pueblos conrestos de Patrimonio que se cae a pedazos y con ellos su identidad histórica y cultural, de viviendas que se desmoronan y de calles vacías por el silencio de la despoblación. Esos pueblos que han perdido prácticamente su actividad económica y que siguen subsistiendo gracias a los agricultores y ganaderos y a nuestros mayores que se aferran a abandonarlos. 

Podría hablar de la Comarca de la Jara toledana, la tierra donde nací y que en 40 años de democracia prácticamente bajo las mismas siglas, no ha conseguido avances en ese sector económico, porque no han existido Planes Comarcales Estratégicos de verdadera acción, salvo casos inconexos de iniciativas personales, de emprendedores que en su día decidieron lanzarse a la aventura de hacer una casa rural, en sitios, muchas veces sin servicios, sin recursos, sin promoción, sin oficinas de turismo y sin nada que les ofreciera apoyo y sostén para prosperar en sus empresas. La Jara, una Comarca con Patrimonio Minero, Molinos Hidráulicos, una Vía Verde abandonada con estaciones derruidas y el histórico Camino de Guadalupe de los Montes de Toledo que se encuentra subdesarrollado. Todo un universo de oportunidades. Podría hablar de la provincia de Cuenca, un territorio por el que siento un gran agradecimiento, y que me ha permitido ser pobladora y turista, durante este tiempo de pandemia y donde, por poner un ejemplo, he podido encontrar proyectos interesantes paralizados como Serranía en Vía, restando con ello oportunidades a sus gentes. La provincia de Cuenca, esa gran desconocida, esa Tierra de Girasol y de riqueza agroalimentaria, enológica, patrimonial, artesanal, artística, cultural e histórica, que tiene en el Turismo una fuente de generación de empleo. Podría seguir hablando de la decadencia que en ocasiones he encontrado, pero prefiero quedarme con la luz, con la ventana de oportunidades que ofrecen. Prefiero ponerlos en valor, visibilizar su belleza, su potencial y su sencilla grandeza.

Está claro que sin partidas presupuestarias no hay futuro, pero sin estrategia tampoco. Solo se salvarán los más fuertes, los que diversifiquen, aquellos en los que sus gentes se unan para defenderlos a capa y espada, aquellos en los que las personas vinculadas a ellos no abandonen, aquellos en los que el turismo participativo y generativo sean una elección. En el mes de julio, junto a un grupo de mujeres de AFAMMER pusimos en valor las diferentes oportunidades que ofrecen los municipios y pedanías de Cuenca a Uclés, el Camino que recorría la Orden de Santiago y así seguiremos promoviendo iniciativas que ayuden a las entidades locales a construir un futuro mejor junto con la fuerza, iniciativa y el compromiso de las mujeres y familias del medio rural, porque ese es nuestro reto y nuestro poder, no rendirnos y seguir luchando para mantenerlos vivos y que sean lugares no solo para hacer turismo, sino también para vivir.

Yolanda Martínez Urbina es coordinadora regional de Reto Demográfico de AFAMMER.











2 Respuestas

  1. Me gustaría saber qué opina de la profusión de macrogranjas que pueden afectar al turismo sostenible de Cuenca y el resto de Castilla la Mancha. Creo que la sociedad civil no está debidamente informada y al día de lo perjudicial que puede ser la profusión de nitratos y otras derivadas de dichos negocios porcinos. Un saludo y espero su opinión al respecto Sra. Yolanda Martínez.

    1. Estoy a favor de proyectos que generen empleo y cumplan con una triple sostenibilidad: social, medioambiental y económica. Que estén basados en recursos endógenos del propio territorio y en los exógenos encaminados a la transformación digital, las nuevas economías y la economía social.
      Los técnicos de la Administración Pública son los que tienen que valorar el impacto medioambiental y social de un proyecto de macrogranja, ya que ninguno es igual y yo no me dedico a eso. Aún así, creo que cada territorio debería definir bien el motivo por el que quiere diferenciarse para atraer proyectos con los que se sienta identificado. Saludos.

Deja una respuesta