Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas... ¡tralará!

Con fecha 03/04/2024 he recibido por fin contestación del Defensor del Pueblo, firmada además por Ángel Gabilondo. Son innumerables las comunicaciones que he remitido a esta institución, al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y, también claro está, al Ayuntamiento de San Clemente. Cuando he visto el correo confieso que ya ni me acordaba de que aún tenía expedientes abiertos en esta institución. Creo que algunos son del 2023 y otros del 2022. Todos ellos por la falta de diligencia del Ayuntamiento de San Clemente a la hora de contestar a las instancias generales que he ido registrando desde el 2020 creo recordar. En fin, bien venido sea he pensado.

Al abrir el correo e ir leyendo la notificación, iba sintiendo una mezcla de rabia e impotencia a pates iguales, y algo de sonrojo al ver que no sólo el Ayuntamiento, sino la Universidad donde actualmente cursos mis estudios, habían enviado una información al Defensor del Pueblo que nada tiene que ver con la realidad. En la comunicación que me hace el Defensor del Pueblo, señala que va a dar por concluido el expediente, ya que según los datos aportados por la Universidad Nacional de Educación a Distancia y el Ayuntamiento de San Clemente, todo parece ir viento en popa.

Vamos al turrón. Señala la institución presidida por Ángel Gabilondo, que: “En relación con el mobiliario de dicha aula, es de las mismas características que los que la UNED tiene en el centro asociado de Cuenca o cualquier otro centro de España, encontrándose en buen estado e incluyendo ordenador, videoproyector o pizarra electrónica. De hecho, el ayuntamiento informa que «con ese mobiliario se realizan exámenes de Cambridge todos los años, teniendo que cumplir una serie de requisitos tanto en las instalaciones como en el mobiliario para poder realizarlos»” Confieso que, al leerlo, lo primero que he pensado ha sido que por fin ha servido de algo tantos correos, comunicaciones, instancias y demás. Acto seguido me he preparado la mochila con los apuntes y el ordenador para ir a disfrutar de las instalaciones. ¡Qué ganas!

Ya no hace tanto frío como este invierno, pero al ver el siguiente párrafo de la comunicación, he pensado en lo bien que nos va a venir a mucha gente de San Clemente y alrededores el poder hacer uso del aula para no gastar calefacción a lo tonto en casa teniendo estas instalaciones. “Respecto a la climatología, se afirma que el edificio en el que se encuentra el aula (la Universidad Popular) enciende la calefacción desde noviembre, y los ventiladores en los meses de verano”. ¡No podía estar más contento!

Para que esperar, allí que me he ido… No es que sea yo muy quisquilloso, pero la disonancia entre lo que he visto y el relato del Defensor del Pueblo, a medida que iba entrando y acomodándome en el Aula, ha ido haciendo que me viniera abajo. Según me informa la UNED en Cuenca, yo como alumno no tengo que pedir permiso para entrar al Aula, pero será la casualidad que siempre que he ido me la he encontrado cerrada. No pasa nada, he preguntado y me han abierto. Cuando he empezado a revisar por encima el aula, he visto algunas cosas cambiadas. Siguen la mesa llena de porquería en la parte de atrás, eso sí, al menos la han apartado del radiador y este se podrá utilizar, he pensado. Parece que han hecho alguna modificación, las sillas y las mesas están en otro orden, bueno, algo es algo. Me siento en una silla y apoyo mi mochila en la mesa, escucho un golpe y son las patas de la mesa que se han caído al suelo. Hay otra mesa, cambio de sitio y sigo. Al rato, empiezo a sentir algo de frio, me levanto y me acerco al radiador. Están apagados los dos. Suspiro.

Me levanto, me paro a pensar y vuelvo a mirar a mi alrededor, y ya más que rabia o impotencia siento apatía. No han hecho nada. No sólo me han engañado a mí, sino que han engañado al Defensor del Pueblo. Tanto la UNED como el Ayuntamiento de San Clemente en casi 5 años que lleva anunciada la apertura de esta sala no han hecho nada. Esta vez me resigno y no mando escrito al Ayuntamiento ni a la UNED, no tengo ganas.

Si todo va bien este verano acabo la carrera y no tendré que venir más por aquí. Que sean otros los que sigan peleando porque estas instituciones dejen de tomarnos el pelo y abran en buenas condiciones estas instalaciones tan necesarias para muchas personas. Yo, como el colibrí, confieso que he hecho mi parte.

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