Cultura

Andrea Motis sorprende con su renovada propuesta para volver a triunfar en Estival Cuenca

Estival Cuenca hace familia entre el público y los artistas, por eso cada regreso de Andrea Motis al escenario Solán de Cabras se celebra como la visita de este tío lejano al que tanto apreciamos porque de pequeño nos daba dinero a escondidas de nuestros padres. La Motis también viene a Cuenca con regalos, en este caso con una nueva propuesta que sorprendió al personal que la había visto previamente en este festival al que le gustan más los artistas que se mueven e inventan nuevas maneras de cruzar la rayuela.

Andrea Motis honró el premio Manuel Margeliza que recibió antes de su actuación con una nueva banda en la que sobresalía su compañero Christoph Malinger, multiinstrumentista que en cada canción sorprendía con una nueva herramienta  de trabajo. Arecio Smith, Magalí Datzira y Miquel Asensio completaban el equipo de una banda con la que la cantante y trompetista de raíces conquenses deja en un segundo plano el jazz clásico con el que se ha abierto camino para lanzarse a bucear en un nuevo mar sonoro.

El disco Loopholes protagonizó un repertorio de pelajes funkies, souleros a la que solo le faltó una luna llena para que hiciera de bola de discoteca. Fue una noche de teclados desatados, notas de violín entrelazadas por la voz, bajos con ardor rockero y trompetas que lideran ejércitos. Un concierto con invitaciones a bailar en el que también hubo espacio para el jazz experimental, como en la pieza Calima compuesta por Malinger y para la ternura maternal en la canción Babies.

En este programa alimentado por músicas del mundo, Andrea Motis cantó en inglés, catalán y español y dejó entre las sorpresas de la noche una seductora versión del Is this Love de Bob Marley y que tuvo entre los momentos más explosivos la interpretación de Heat, además del cierre del concierto con El Pescador del colombiano José Barros, con el público uniéndose a la canción con los coros. Porque la familia que canta unida, permanece unida.

Antes del concierto de Andrea Motis se subieron al escenario de Estival los Petit Swing, con su delicioso repertorio bañado de jazz manouche y, en esta ocasión, con el acompañamiento de lujo en el tramo final de su actuación del trompetista Enriquito y el saxofonista Julián Román.

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