Opinión

La mentira como método para destruir el ferrocarril Aranjuez-Cuenca-Valencia

Fernando Casas

La verdad es esencial para que exista una auténtica democracia. En un régimen político en el que la participación es tan importante, la ciudadanía tiene que poder elegir entre las distintas opciones políticas, contando con informaciones ciertas. Actualmente se dispone de mucha información, pero envuelta en falsedades. Esta contradicción se debe a que la mentira es un método de gobierno. Las personas que detentan poder o aspiran a tenerlo, falsifican datos y hechos, como si en eso consistiera la libertad de expresión. En la actuación por desmantelar el ferrocarril, Aranjuez-Cuenca-Valencia, se puede observar la variedad de engaños empleados

Comienza el Ministerio de Fomento con un fraude; presupuesta en el año 2000 el equivalente a doscientos diez millones de euros para mantener la línea férrea y no los invierte. Continúa el gobierno de Castilla-La Mancha actuando como cómplice; ya que no exige a Fomento la ejecución de esas cantidades plurianuales (2000-2003) presupuestadas y no invertidas en la línea. Ambas negligencias provocan la degradación del servicio público y que más de 300 mil personas dejen de viajar en ferrocarril. Prosigue el vicepresidente regional, Martínez Guijarro, falseando los hechos en sus declaraciones; al afirmar que el voto al PSOE en 2019, fue para que las instituciones se coordinaran y clausuraran el ferrocarril. Una prueba determinante de la mentira del vicepresidente son los plenos de la Diputación, el Ayuntamiento de Cuenca y catorce consistorios conquenses (más Aranjuez y Utiel) solicitando al Ministerio, en el año 2020, el mantenimiento del tren, como eje vertebrador y dinamizador de la provincia de Cuenca. Remata el engaño el presidente del gobierno, García-Page, que no apoya la petición de los pueblos, se pone de parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y obliga a la Diputación y al Ayuntamiento de Cuenca que colaboren en la clausura de la línea férrea.  La superchería del presidente de Castilla-La Mancha, que incumple su compromiso y no pelea a muerte por el tren, pone de relieve que con Emiliano García-Page, la provincia de Cuenca no está en buenas manos.  

De lo expuesto es posible deducir, que la clausura de la línea férrea simboliza la vileza de unos políticos que cometen fraudes, falsifican hechos y optan por la mentira como método de gobierno. Por razones de salud democrática, es indispensable la rebelión cívica contra esta política ultrajante, que pervierte la participación ciudadana. Por todo lo cual, el día 16 de mayo del 2023, a las 18.00 horas, tendrá lugar el plante trigésimo octavo, en la plaza de España de Cuenca, en defensa de una democracia valiente basada en la verdad, los derechos de la provincia más desfavorecida y exigiendo la renovación del servicio público de ferrocarril Aranjuez-Cuenca-Valencia, que combinado con el transporte por carretera vertebre una comunicación integral de calidad.