Opinión

El poder de la palabra y la humanización de la política

Esta viernes tuve la ocasión de asistir al 𝗙𝗼𝗿𝗼 𝗘𝗺𝗽𝘂𝗲𝗯𝗹𝗮𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗘𝘂𝗿𝗼𝗰𝗮𝗷𝗮 𝗥𝘂𝗿𝗮𝗹 junto con un grupo de personas de la Delegación Territorial de Cuenca, a quien agradezco la invitación. Un encuentro muy bien organizado que ha contado con ponencias interesantes sobre 𝗽𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗻𝗼𝘃𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 y que ha abierto con un discurso del Presidente Emiliano Garcia-Page.

Posteriormente he formado parte del encuentro y merecido acto de 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 en forma de obra de arte a 𝗩𝗶𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗧𝗶𝗿𝗮𝗱𝗼, en las 𝗖𝗼𝗿𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗖𝗮𝘀𝘁𝗶𝗹𝗹𝗮 𝗹𝗮 𝗠𝗮𝗻𝗰𝗵𝗮, donde de nuevo el Presidente de la Región ha vuelto a intervenir hablando de los valores del bien común y que ha encajado muy bien con el discurso de Vicente Tirado, que ha mostrado la verdadera parte de 𝗹𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮. Dos formas de dar valor a la palabra, dos ideologías diferentes y sin embargo mensajes cargados de sentido, donde se ha vislumbrado la esencia, la emoción y 𝗲𝗹 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹 que existe de fondo.

En ambos encuentros y rodeada de mujeres y hombres que dedican su vida de lleno a la política, he apreciado el gran valor humano que tienen todos aquellos que aceptan como 𝗺𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗮 este grado de 𝗦𝗲𝗿𝘃𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗣𝘂́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗼, que últimamente está tan denostado por el exceso de polaridad y ruido. Su vida privada y familiar se aparca o gestiona en la distancia tras un teléfono, los tiempos marcados por la agenda mueven su vaivén diario y la presión por conseguir objetivos políticos y profesionales en paralelo al logro ético del 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗺𝘂́𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱 podrían mezclarse como en un ciclón, girando y desplazándose en muchas ocasiones aparentemente sin control para la persona que lo ejercita.

Y en toda esa situación descrita, he sido consciente del poder que tiene la palabra, el poder que tiene el discurso que transmite el líder sobre las personas que lo reciben, el poder político parlamentario. Y hoy en el Foro Empueblate, el Presidente Page, gran conocedor de la realidad de Castilla la Mancha, con un lenguaje llano y cercano como el que suele utilizar, ha enganchado al público asistente y por momentos me he identificado con lo que transmitía, si no es porque en su mensaje ha repetido quizá demasiadas veces la palabra “problema” y por un momento he pensado que en lugar de estar afrontando el 𝗥𝗲𝘁𝗼 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗴𝗿𝗮́𝗳𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗗𝗲𝘀𝗽𝗼𝗯𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, muchas personas entenderían que estamos ante una situación compleja e improbable de resolver, ya que eso es lo que representan para muchos de los oyentes los problemas en las matemáticas.

El Reto Demográfico de la Despoblación supone creer en lo imposible”

Hay una cita de Gilbert Keith Chesterton que dice: “𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘳 𝘭𝘰 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘰𝘣𝘢𝘣𝘭𝘦”.
Y es que el Reto Demográfico de la Despoblación supone creer en lo imposible, como si de un sueño, o un desafío se tratase, ya que es algo que nos va a mover siempre hacia la acción, a la proactividad, tan necesaria para las personas de nuestros pueblos y para los que eligen volver o mudarse allí. Mientras que, en aquello que es improbable, es más complejo creer, porque echamos cuentas y no nos salen.

Espero que el Señor Page lea esto y tome nota de ello, porque las familias y mujeres del medio rural a las que representamos en AFAMMER, no queremos problemas. Hemos elegido lograr el sueño, el desafío, el Reto para la provincia de Cuenca, para la Jara y para otras zonas escasamente pobladas de nuestra región y nuestro Presidente Autonómico debería contribuir con su Gobierno a que lo logremos. Para todo ello, 𝗦𝗲𝗻̃𝗼𝗿 𝗣𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗳𝗼𝗻𝗱𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗮𝗺𝗼𝗿𝗲𝘀 𝘆 𝗻𝗼 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮𝘀 𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗲𝘀.

No puedo cerrar este artículo sin hablar del homenaje a la libertad de expresión y a la emoción vivida ayer en la estación de Cuenca con la 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹. Fue una defensa del territorio, de mano de sus gentes, una defensa en la que participaron también políticos, diputados, alcaldes, concejales, con su presencia, apoyando, escuchando, acompañando, condoliéndose con lo que puede ser la pérdida de un servicio básico más para el territorio.

Fue un bello acto en el que también se puso en valor la 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 de expresión, 𝗲𝗹 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 y asociaciones que conforman el territorio y la escucha de los que tienen que aplicar las políticas. Lamentablemente no estuvieron todos los que son, faltaron los que dirigen la Diputación Provincial, cuestión no propia de quien ocupa una Institución que trabaja por la defensa del territorio.

Lo más importante de estas cosas que suceden es que van haciendo mella en la sociedad y suponen pasos para su 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼𝘀 𝗺𝗼𝗱𝗲𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝗶𝗽𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹 𝘆 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮, tan necesaria para continuar avanzando en bien común, en servicios, cohesión, crecimiento y equilibrio territorial en el siglo XXI y todo ello favorece la consecución del Reto Demográfico de la Despoblación.

Yolanda Martínez Urbina es coordinadora de Reto Demográfico de AFAMMER











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