La comarca de la Manchuela Conquense ha sido uno de los territorios rurales donde se ha desarrollado a lo largo de todo este año el proyecto “Miradas Diversas para construir comunidades acogedoras”, una iniciativa impulsada por la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER) y ejecutada en el territorio a través del CDR Las Espigas, con sede en Iniesta, que ha finalizado con resultados altamente positivos tanto a nivel local como estatal.
El proyecto, de carácter pionero en la comarca, ha tenido como objetivo sensibilizar y formar a profesionales de ámbitos clave del medio rural para mejorar la atención, la convivencia y la inclusión de la población migrante, abordando la diversidad cultural desde una perspectiva comunitaria, preventiva y basada en los derechos humanos.
En el ámbito concreto de la Manchuela Conquense, las acciones formativas desarrolladas por el CDR Las Espigas han contado con la participación de 22 profesionales, procedentes de sectores estratégicos del territorio: ocho personas del tercer sector de acción social, seis del ámbito sanitario y sociosanitario, cinco de la administración pública y tres del ámbito educativo.
Las formaciones, diseñadas de manera específica para cada sector, han sido evaluadas mediante cuestionarios previos y posteriores, una metodología que ha permitido analizar de forma objetiva la evolución de conocimientos, percepciones y actitudes del personal participante.
A escala estatal, el proyecto se ha desarrollado en siete territorios rurales del país, con la participación de profesionales de la educación, la sanidad, la administración pública y el tercer sector. Los resultados globales evidencian una mejora generalizada en la sensibilización hacia la diversidad cultural, una mayor identificación de prejuicios y estereotipos y un avance en el reconocimiento de las barreras estructurales que afectan a las personas migrantes en el medio rural.
Desde el Centro de Desarrollo Rural Las Espigas, destacan que «la experiencia en la Manchuela Conquense demuestra que el medio rural tiene un enorme potencial para liderar procesos de inclusión y convivencia desde lo local», poniendo en valor el papel de los territorios rurales como espacios de innovación social y cohesión comunitaria.
Los informes finales subrayan, además, una reducción en la normalización de actitudes racistas o xenófobas, una mayor conciencia sobre la necesidad de servicios públicos inclusivos y una creciente disposición a adaptar las prácticas profesionales para garantizar la igualdad de trato desde las distintas intervenciones profesionales mencionadas.
El proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a través de la Secretaría de Estado de Migraciones, y cofinanciado por la Unión Europea mediante el Fondo Social Europeo Plus (FSE+).






