Opinión

La dignidad hace frente a la corrupción 

La soledad no deseada es uno de los grandes desafíos sociales en las provincias más despobladas de España, como Cuenca, Soria, Teruel, Ourense, Zamora, Palencia o Huesca. Algunas de estas provincias y territorios, con una densidad media inferior a 12,5 habitantes/km², sufren un envejecimiento acelerado, pérdida de población y aislamiento social, especialmente entre las personas mayores.

Datos clave sobre despoblación y soledad

• En Soria, el 94% de los municipios tiene menos de 1.000 habitantes; en Cuenca y Huesca, la cifra ronda el 87%.

• Desde 2011, Soria ha perdido más de 5.000 habitantes y Teruel casi 7.000.

• Ourense y Palencia también presentan variaciones demográficas negativas y un alto índice de envejecimiento.

• La soledad no deseada afecta principalmente a mayores, pero también a personas en edad activa que permanecen en pueblos con escasa vida social y servicios.

Oportunidad laboral y social

La lucha contra la soledad no deseada puede convertirse en una fuente de empleo y dinamización rural. Iniciativas comunitarias, como redes de voluntariado, programas de acompañamiento y espacios públicos inclusivos, generan empleo en atención social y dinamización comunitaria.

Perspectiva de solución

Para abordar la soledad no deseada y transformar el reto en oportunidad, se recomiendan una serie de acciones

• Detección y acompañamiento: Identificar a las personas en riesgo y ofrecerles apoyo psicosocial y actividades grupales, tanto presenciales como digitales.

• Redes comunitarias: Impulsar el voluntariado, el asociacionismo y la colaboración entre servicios sociales, sanitarios, comercios y ciudadanía.

• Innovación y empleo: Crear empleo en atención a mayores, dinamización cultural y tecnológica, y servicios de proximidad, aprovechando incentivos y bonificaciones laborales.

• Enfoque transversal: Integrar la lucha contra la soledad en todas las políticas locales, desde el urbanismo hasta la cultura y el deporte, para revitalizar la vida comunitaria.

La soledad no deseada, más allá de ser un drama, puede ser el motor de una nueva economía del cuidado y la comunidad en la España vacía de personas.

¿Como afecta la corrupción a la soledad no deseada?

La corrupción en España supone una pérdida anual estimada de más de 90.000 millones de euros, cerca del 8% del PIB nacional, según estudios europeos recientes. Esta cifra es cuatro veces superior al gasto anual en prestaciones por desempleo y casi iguala el presupuesto destinado a sanidad y pensiones.

Si estos fondos se gestionaran adecuadamente, podrían destinarse a reforzar servicios públicos clave para la población más mayor, especialmente los mayores de 80 años, que son particularmente vulnerables a la soledad y al aislamiento. Por ejemplo, con solo una fracción de esa cuantía sería posible:

• Multiplicar los recursos para atención domiciliaria, teleasistencia y centros de día.

• Mejorar la accesibilidad y calidad de residencias y viviendas adaptadas.

• Financiar programas de acompañamiento social y prevención de la soledad, con personal especializado y voluntariado remunerado.

• Invertir en infraestructuras y tecnología para conectar a mayores en zonas rurales o despobladas.

La mala gestión gubernamental y el desvío d fondos que estaban destinados a recursos públicos, agravan la soledad de los mayores, al limitar la capacidad del Estado para ofrecer esos servicios y apoyos que podrían mejorar su bienestar y autonomía. Un uso eficiente del dinero público exige también una reformulación de la legislación para endurecer las penas vinculadas a la corrupción en todos los niveles de gobierno, ya que eso aportaría dignidad al sistema democrático, y  redundaría  directamente en una vida más digna y acompañada para la población mayor. 

Comí a las 6 de la tarde con una mujer mayor de 65 años que ama la libertad y la humanidad. Impulsar una política social de verdad no es escribir “cartas tipo” políticas a afiliados para blanquear lo insostenible, la dignidad es no llevarse lo que le corresponde al pueblo y arruinarle. Política social es abandonar el camino de la corrupción para seguir avanzando como sociedad que no desea vivir en abandono institucional y en soledad forzada. Porque si hay algo que forzar es  el desbloqueo político al que estamos sometidos por un gobierno que se niega a una convocatoria de elecciones democráticas para dar la palabra a quien tiene la soberanía, las personas. 

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